Ya estamos en el camino. Camino que abrió Pedro Pablo Castillo, que vigorizó Farabundo Martí, que ennoblecieron los mártires del 30 de julio y que iluminó Schafik Handal, junto a miles de salvadoreños que empedraron la historia con sangre y sufrimiento, con trabajo y convicción.
Ya somos Gobierno de Izquierda, y se nos acabaron las excusas.
Atrás quedó nuestro análisis de la realidad nacional que nos definía el qué debía hacerse y por qué debía lucharse; atrás la visión hermosa de un pueblo libre de explotación y de miseria. Era la energía que impulsaba, la convicción de la necesidad histórica de construir LA PATRIA SOCIALISTA .
Hoy tomamos todo eso, y como con porcelana valiosa, comenzamos a construir el CAMBIO que ofrecimos.
¡Misión hermosa, pero terrible! El pueblo aguarda, con angustia y esperanza, el alivio a sus dolores y necesidades; y la pregunta golpea nuestra conciencia: ¿SEREMOS CAPACES?
Para recuperar la agricultura debemos reestructurar la mora que ahoga a nuestros agricultores, líneas de crédito con condiciones decentes, romper el monopolio vil en el comercio de los insumos, recuperar la seguridad en el campo, y proteger nuestro mercado interno de la competencia depredadora del producto extranjero.
En Educación tenemos que llevar escuela hasta el último rincón del país, y convertir al maestro en pieza fundamental en la creación del hombre nuevo; para lo que son imprescindibles nuevos programas de estudio, que con otro método y filosofía, formen un ciudadano responsable, solidario y consecuente.
En Hacienda, urge rediseñar los métodos malsanos de recaudación que cargaban la mano contra los sectores que no gozaban de la protección política de la derecha. Todo salvadoreño calificado debe cumplir con sus obligaciones tributarias; y los nuevos auditores tienen que orientar su vigilancia a quienes han hecho de la evasión y la elusión la base de sus ganancias vergonzantes. Es necesario suprimir el IVA a las medicinas y los alimentos. Debe dársele a la micro y pequeña empresa , facilidades para cumplir con sus deberes con el Fisco, quizá con un pago único anual, para reducir el costo de administración del impuesto.
Hay muchos más desafíos; pero bástenos estos para comprender cuan dura y complicada es la jornada que estamos iniciando. Todos los que hemos luchado y esperado por este momento desde los Sectores Sociales, tenemos la inmensa responsabilidad de apoyar este proceso. La propuesta sensata, la acción solidaria, la defensa del funcionario atacado, el mensaje de estímulo ante la vacilación y la crítica seria y constructiva son desde ahora nuestra gran tarea.
Y debemos asumirla porque hay un pueblo que espera impaciente, y si fallamos seremos juzgados con dureza. Este es el momento histórico mas grande jamás vivido en nuestra patria. Comencemos a construir el futuro necesario, porque desde el 1 de junio, se nos acabaron las excusas.
viernes, 7 de agosto de 2009
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