Se llegó el día de la definición y se mostraron las verdaderas caras y fidelidades. No mas fingimientos. En el Salón Azul afloraron no solo la farsa del doble discurso y la sumisión al capital extranjero, sino también el desprecio al pueblo pobre y el triste juego al divisionismo y la cizaña. Se jugaba mucho mas que un cargo básico telefónico. Se jugaba el posicionamiento histórico junto a las clases populares y la decisión inclaudicable de hacer propias las necesidades y los dolores de la gente. Sin dudas, sin vacilaciones, sin temer a las infecciones internas. Era la hora suprema del exámen importante y el FMLN aprobó SOBRESALIENTE.
El pueblo salvadoreño seguirá padeciendo por la expoliación inmisericorde de las transnacionales con la complicidad y patrocinio de todos los partidos de derecha. Estos no pueden ocultar mas su servilismo y su maldad. Pero ha quedado claro ante los ojos de la gente que el FMLN estuvo, hasta el final, por la supresión del robo.
Desde ahora, todo está mas claro. Ahora saben los fariseos modernos que se terminó la timidez ideológica ante las posiciones blandengues de los que todavía creen en alimentar "caballos de troya". Aunque ellos tienen los cargos, el FMLN tiene al pueblo consigo. Nuevas batallas se avecinan: los precios de las medicinas, el agua y la energía eléctrica, los insumos agrícolas y los precios de los combustibles. Ni nos cansamos ni descansamos. Hemos entendido que este es nuestro momento histórico y debemos asumirlo. No tendremos otra oportunidad. El presidente no lo ha entendido todavía, pero el FMLN y los Sectores Sociales sí, y eso es lo fundamental.
sábado, 6 de marzo de 2010
Suscribirse a:
Entradas (Atom)